martes, 9 de diciembre de 2008

¿POR QUÉ ESCRIBO POESÍA?

Muchas veces me han preguntado (y, a veces, nos les falta razón) por qué escribo poesía, si bien, la mayor parte de esas veces he esquivado dar una respuesta, bien porque no tenía tiempo, bien porque no sabía qué contestar o por cualquier otra razón.Hoy que me siento despierta tras una siesta de 20 minutos y que Leanan y Melancolía parecen sentirse benévolas conmigo, respondo a esta cuestión.Por qué escribir.En este mundo, un mundo gris, completamente globalizado en el que estamos cada vez más solos (para una mediana divagación acerca de la soledad del ser humano, recomiendo leer el MANIFIESTO ALONISTA), en este mundo privado de inocencia donde los niños son adultos, los jóvenes ancianos y el resto tratan de rejuvenecer en vano (el espíritu no se somete a cremas ni operaciones quirúrjicas), pienso que lo único (o, al menos, una de las pocas cosas) que me hace seguir sonriendo, que permite abrir un grifo y dejar que las lágrimas se vayan (debo recordar el proverbio irlandés /bendita Irlanda/ que dice que "Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se dejan salir", o algo parecido), con la poesía (que, a veces es como una droga, ya me explicaré más adelante) la mayor parte de mi sufrimiento se mitiga y desaparece.Y cuando vuelvo a leer esos versos y puedo sentir por un instante el mismo dolor o la misma alegría que notaba cuando los escribí, puedo sentirme orgullosa, y me siento aún más cuando alguien lee lo que he escrito y me dice, "qué hermoso poema, he podido sentirlo" o cuando se identifican o, simplemente, cuando veo ese brillo en la mirada en los ojos de alguien cuando lee un poema triste o cuando una fugaz sonrisa se escapa de sus labios al recitar un poema alegre.Sin embargo, escribir a veces es angustioso porque siempre estas temiendo perder ese "don" que no sabes de dónde ha salido ni quien te lo ha dado ni por qué lo tienes y, lo peor, si se irá algún día.La vida está llena de interrogantes, pero los poetas, o, los artistas en general, con esa sensibilidad que a veces los lleva a la locura, al suicidio, a la bebida o a perversiones terribles (ahí tenemos a Virginia Woolf, Edgar Allan Poe, Gustavo Adolfo Bécquer, Sylvia Plath, y una larga lista de etcéteras).Por eso los poetas, tienen en la poesía su única vía de escape y al temer perder esto, llegan a extremos espantosos que hay quien les perdona por su genialidad (yo, por mi parte, ni les condeno ni apruebo su conducta, cada uno vive su vida como quiere. Soy de la opinión de que cada uno puede hacer lo que quiera mientras no prive a los demás de su libertad y sus derechos).Y llegando a este punto, creo que ha quedado, más o menos, claro, la razón por la que escribo.Si no, escribid un comentario o mandadme un e-mail, que responderé encantada a vuestras preguntas.Un beso y un verso a cada uno de,Nerea Ferrez.

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