No recordaba un dolor ni un llanto tan perennes. Hoy sólo quiero dejar que esta hiel me cubra y me duerma hasta tu regreso, dejarme devorar por las lágrimas y que me rasgue el tiempo como la voz de Janis y su Mercedes Benz. Hoy sólo quiero dejar que la vida me pase los días anegando el rostro y encogiéndo mis ojos hasta que desaparezca todo rastro de humanidad en mí, todo lo que fui, lo que soy, lo que esperaba ser... hoy me he rendido y dejaré que me arrastre la vida por el camino como si me hubiera caído del caballo y las bridas me arrastraran sin remedio.
Pero una palabra tuya bastará para salvarme.
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